martes, 19 de mayo de 2015

Algunos Consejos para Armonizar Comidas y Vinos



Para disfrutar tanto de la comida como del vino es preciso realizar una buena armonización de ambos elementos, de modo que uno no opaque al otro, ni que su combinación desarrolle sabores desagradables.

La armonía se logra bien por la similitud o concordancia entre las sensaciones que producen la comida y el vino, ya que se complementan entre sí;  o por el contraste o contraposición de éstas, lo cual hace que terminen compensándose.

Partiendo de esta premisa, debemos entonces conocer tanto las características del vino como las del plato, considerando en éste último caso que no basta con saber sólo sus ingredientes principales, sino que es preciso indagar cómo ha sido elaborado.
Aunque en este tema no hay máximas, hay algunos principios que podemos considerar al hacer armonías.

Ácido con ácido
Los platos elaborados con ingredientes ácidos como el limón hacen que los vinos sepan menos ácidos y mejoren su sabor, por eso este tipo de platos combinan bien con vinos ácidos. 

Dulce con dulce
Al servir un vino con una comida en la que predomina el sabor dulce o con un postre, hace que el vino sepa muy seco, por eso conviene combinarlos con vinos tan dulces como la comida o el postre o más dulces que éstos. 

Taninos con grasa
Los vinos suelen disminuir su sabor tánico al combinarse con comidas en las que predominen elementos grasos de origen animal como la carne; además los taninos del vino ayudan a eliminar la sensación de grasa en el paladar, limpiando la boca para degustar un nuevo plato.

Comidas saladas
Las comidas saladas acompañadas de vinos tánicos elevan los taninos del vino, si por el contrario se sirven con vinos ácidos se puede disminuir el sabor salado de la comida.

Del peso del vino y la complejidad de la comida
Además de las sensaciones que producen el vino y comida, también debemos considerar el peso del vino, es decir su cuerpo o estructura y la complejidad o intensidad del plato. Así las comidas sencillas deben acompañarse con vinos ligeros y las complejas con vinos estructurados.

Del orden al servir los vino
Vinos blancos antes de los tintos
Vinos ligeros antes de los pesados
Vinos secos antes de los dulces

Para desarrollar el arte de armonizar comidas y vinos hay que arriesgarse, ser creativo y experimentar.

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